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En Granada no encontramos el espΓritu de otras ciudades espaΓ±olas. Esto pudo ser por el hecho de que nuestra ciudad se habΓa reducido a una capital de provincia en el siglo XVII, perdiendo toda la importancia que tuvo en el siglo anterior.
Pero el verdadero motivo hay que buscarlo en otra parte. El granadino tiene un trato especial con el agua, la siente muy cerca, es parte de su vida, de su cultura, de su quehacer cotidiano. Sabe que su bienestar depende de la cantidad de nieve que cae en la sierra: Por todo esto, no ve la fuente como un fin, sino como un medio, un instrumento para el suave murmullo del agua.
En nuestra ciudad no existieron grandes fuentes en el seiscientos. Hoy en dΓa disfrutamos de mΓ‘s fuentes barrocas que en su momento. De las seis que componen nuestro recorrido tres se pensaron para embellecer la vΓa pΓΊblica. Las demΓ‘s son producto de la exclaustraciΓ³n del siglo XIX y que, despuΓ©s de varios traslados, han terminado en los lugares que hoy conocemos, fuentes que no fueron destruidas por las autoridades liberales de la Γ©poca, cambiando, en algunas ocasiones, hasta tres veces de ubicaciΓ³n como es el caso de la de los Gigantes.
EN ESTA VISITA ENCONTRAREMOS ESTOS ELEMENTOS ILUMINADOS, LO QUE LE APORTAN UN PLUS DE BELLEZA Y PLASTICIDAD.
Pero se han preguntado alguna vez ΒΏque nos cuentan estas fuentes?, ΒΏQuΓ© quisieron plasmar en ellas y cuΓ‘l es su discurso?
En nuestra visita les rebelaremos estas cuestiones y otras muchas. Las fuentes son un patrimonio muy importante de nuestra ciudad y de su devenir histΓ³rico.
recorrido
– Fuente de los Leones (frente a las Titas)
-Fuente de las Granadas
– Fuente del Campillo
-Fuente de las Batallas
-Fuente de la Trinidad
– Fuente de los Gigantones /Bibrambla)
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